lunes, 8 de octubre de 2012

Dormido en el "Bar".


Un cuento de Jorge Horacio Richino, "El escritor de la Web".

Dormido en el "Bar".

Un día lunes, feriado en mi país, razón por la que había poca gente en Buenos Aires; caminaba de regreso a mi casa luego de haber salido a recorrer un poco la calle y tomar un café por ahí para matar las horas.
Un cielo plomizo había pintado todo el día y en ese momento se hallaba casi al final de su transformación a oscuro.
En una de las esquinas de mi barrio hay un "Bar" que lo han inaugurado hace poco tiempo y que su estilo es como penumbroso. Tiene unas escasas luces blancas y el resto son de color rojo, dándole al ambiente un velado halo de intimidad y misterio. Cuando pasé por uno de sus laterales, que daba a la calle por donde yo circulaba, observé -como lo hago a menudo- hacia su interior. Me sorprendió un señor mayor, de aproximados 80 años, bien vestido, que se hallaba solo.
Cuando presté atención más detenidamente, pude observar que estaba con su cabeza inclinada hacia adelante, dormido casi sobre la mesa, en el centro del salón, que además estaba vacío.
Ese detalle despertó en mi la imaginación, comenzando a reflexionar sobre la supuesta vida de ese hombre; sobre las causas de que nadie lo acompañara; sobre las razones que lo habían llevado hasta ese bar y a esa situación que trazaba un marco de infinita soledad.
Por un instante me asaltó el impulso de entrar al local y preguntarle si precisaba algo, aunque no me pareció prudente ya que los empleados y el dueño del local estaban allí, detrás del mostrador, departiendo tranquilamente.
Seguí mi camino sin poder sacar de mi mente la idea que me había generado esa escena.
Muchas...pero muchas veces, después de una vida casi completa y de -seguramente- tantas luchas,  que depararon éxitos y fracasos, hay mucha gente que suele terminar así; sola; triste; aburrida y nostálgica.
Quizás no sea el caso de esa persona, pero la situación eso daba a entender.
Es el final de la vida; el que alguna vez suele llegar y uno nunca podrá conocer lo que le puede presentar el destino, o tal vez la sociedad moderna que hace que ya no existan tantas familias "eternas"; que se yo...miles de causas que en estos tiempos llevan a situaciones antes poco vistas y de tan cruda realidad, que son hoy cada día más comunes.
Me fui alejando despaciosamente de aquel lugar con una sensación de tristeza en el alma y con un, más que leve, temor de que algún día pueda volver a ver esa escena...pero que el protagonista de ella sea yo.



Autor: Jorge Horacio Richino. - Todos los derechos reservados.






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